Pocos en la parroquia de Cedeira se imaginaban la repercusión que tendría la instalación de un banco en un mirador del monte sobre el estrecho de Rande, en un lugar conocido como "Campo da Rata". Pero la realidad es que sus espectaculares vistas de la ría han conquistado a miles de personas, que cada fin de semana transforman este recóndito paraje en una especie de romería de visitantes que esperan cola para fotografiarse desde el asiento. Quizá la "masificación" de este entorno natural sea la causa de los ataques de vandalismo que en los últimos dos meses han afectado a la ya popular silla de madera. Aunque nadie conoce el motivo, los principales colectivos sociales de la parroquia censuran estas acciones contra una iniciativa que valoran como positiva.

"No entendemos el motivo de destrozar algo que no causa ningún perjuicio. El banco no altera nada el entorno, que sigue igual que siempre, y su repercusión ha sido beneficiosa porque ha dado a conocer esta zona y las impresionantes vistas panorámicas que ofrece el mirador para que todos puedan disfrutarlas", afirma el presidente de la Comunidad de Montes de Cedeira, Juan González.

Los comuneros se muestran encantados de que, gracias al banco, cada vez acuda más gente a disfrutar del monte y a conocer la zona. "Para nosotros es un orgullo que nos admiren por este entorno tan bonito, esto ha servido para colocarnos en el mapa porque viene gente de todas partes, no solo del entorno sino también de otros municipios alejados", señala González, que asegura que algún fin de semana con buen tiempo la explanada que se encuentra en las inmediaciones se llenó con un centenar de coches aparcados. "Como siga así en la primavera y el verano no sé lo que va a pasar", apunta el responsable de los comuneros, que pide a los visitantes que tengan en cuenta que se trata de un entorno en plena naturaleza, por lo que es importante que cuiden y respeten sus valores naturales para garantizar su conservación.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos de Cedeira, Carlos Covelo, considera una "gran iniciativa" la instalación del asiento, sobre todo porque ha dado a conocer al gran público uno de los rincones más bonitos de Redondela. "Los que somos de la zona ya lo disfrutábamos desde siempre porque es impresionante, no hay muchos sitios que puedan presumir de esas vistas, pero ahora con el éxito que ha tenido el banco debemos estar orgullosos de que tanta gente acuda a admirar nuestra parroquia", indica Covelo. Al igual que nos comuneros, desde el colectivo vecinal también censuran los daños causados en la silla. "No entiendo este vandalismo contra algo que no molesta a nadie, contra una iniciativa de una persona anónima que solo quiso dar a conocer este lugar de una manera original para que la gente pudiera disfrutarlo", señala. Pese a todo asegura que la gran mayoría de los vecinos de la parroquia están orgullosos del atractivo turístico en que se ha convertido el lugar, e incluso desde la asociación de vecinos plantean a los responsables municipales una actuación para mejorar el acceso y la seguridad de los visitantes. Eso sí, con respeto al medio natural.