La polémica estación de bombeo en pleno centro urbano de Gondomar quedará paralizada de forma oficial hoy mismo. Después de un mes de tensiones institucionales sin salida para completar el proyecto de saneamiento del municipio, el Concello prevé notificar a primera hora la orden de suspensión de las obras a Augas de Galicia y a la empresa adjudicataria del proyecto para que detengan los trabajos de inmediato.

Así lo anunció ayer el teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Antonio Araúxo, en el pleno, al que asistieron más de medio centenar de personas, entre ellas, numerosos vecinos de la urbanización As Garzas, que han llegado a plantarse ante las máquinas ante el temor a las molestias por malos olores y ruidos procedentes del bombeo.

Araúxo respondía a una pregunta del portavoz de IxG, Manuel Gómez, que solicitaba explicaciones acerca del conflictivo plan de saneamiento que el Gobierno gallego planteaba para reducir la contaminación al río Miñor y al estuario de A Foz, que ahora quedará en el aire, así como la ayuda europea de 1,8 millones de euros que financiaba las obras con la condición de que terminasen antes de finalizar el año.

La resolución definitiva que insta a la paralización de los trabajos se ha retrasado porque está avalada por informes "moi complexos" que los técnicos municipales han elaborado durante las últimas semanas. Informes que, según explicó Araúxo, apuntan a una infracción urbanística "moi grave" por parte de la Xunta al construir el pozo de bombeo en una zona verde, protegida por la normativa que rige el municipio.

La medida posiciona al Ayuntamiento al lado de los afectados, incluso a costa de posibles sanciones. Augas de Galicia amenazó en los últimos días al gobierno municipal con multas por supuesto delito ambiental, ya que considera que el Concello estaría consintiendo la permanencia de vertidos de fecales al Miñor al obstruir su proyecto.