La ordenanza sobre prevención da mendicidad que aprobó el Concello de Salvaterra inicialmente en pleno el pasado lunes, y que contempla sanciones de hasta 2.000 euros en caso de reincidencia, "no va contra la mendicidad normal, sino contra la encubierta, intrusiva, con coacción a las personas, o que impida el libre tránsito por los espacios públicos, y especialmente a las organizadas por mafias como negocio, que transportan personas del este de Europa y las colocan en lugares de la villa y de las parroquias, y las recogen al final del día, y, según dicen, explotándolos y sacándoles el dinero", explica el alcalde de Salvaterra, Arturo Grandal, quien asegura que "cuando a estas personas se les comunica que pasen por los servicios socias del Concello para recibir ayudas, se niegan".

Además, Grandal afirma que ordenanzas similares están aprobadas en ayuntamientos de España, y también de Galicia donde el PSOE y BNG votaron a favor para que se aprobase.

Por su parte, Xuventudes Socialistas de Salvaterra criticó que con esta ordenanza las mafias se irán del municipio pero seguirán existiendo igual.