Los huevos con chorizo y pan de maíz resultaron ayer el paraguas perfecto en Mos. Más de 800 comensales disfrutaron de la VI Festa gastronómica do ovo estrelado, y el evento ha sido calificado todo "un éxito" por sus organizadores.

"Nuestras previsiones llegaban a acoger más de mil comensales", explica José Manuel Martínez "pero el tiempo se esperaba muy malo así que muchas personas cambiaron sus previsiones, finalmente la mañana no vino tan mala y la fiesta resultó un éxito".

"Es una fiesta excelente", afirma Manuel, con el plato preparado para comer. "Hemos venido cuatro, y vamos a pasarlo en grande con estos huevos, el chorizo y el pan de maíz, no son necesarios platos sofisticados para disfrutar", añade.

Según los organizadores, la crisis se notó porque los asistentes prefirieron la ración más económica que no lleva el plato de cerámica de recuerdo, por ejemplo, más que en otras ocasiones. "Sin embargo creemos que la fiesta ya esta bastante consolidada y tenemos que seguir celebrándola otro año más".

Martínez que es representante de la Peña Celtista de Mos, indica que el primer año que se celebró la fiesta la misma tuvo déficit pero se fueron corrigiendo los problemas y ahora puede seguir celebrándose "esperemos que por muchos años".

La celebración se inició a primera hora con el encendido de los fogones para calentar el aceite. El plato fue sencillo pero apetitoso, huevos fritos hechos al instante, chorizo y pan de maíz. En algún momento, la cocina adquirió un ritmo frenético porque los comensales llegaban juntos, pero se pudo atender sin problemas a todos.

La ración fue vendida a seis euros en plato desechable y ocho euros para los que quisieron quedarse con un plato de cerámica conmemorativo. Además de los huevos, el chorizo y el pan de maíz, se incluyó bebida.

Según Martínez, le fiesta surgió hace seis años del deseo del colectivo para crear una actividad gastronómica "y creemos que este plato es idóneo, porque era muy tradicional antiguamente en el campo de Mos, cuando la gente salía a trabajar y no tenía demasiado tiempo para cocinar, sobre todo en época de labranza. La fiesta se realizó con un presupuesto de 5.000 euros y sin subvención de ningún tipo.