El proyecto contra la contaminación de A Foz y las frecuentes inundaciones en el centro urbano de Gondomar entre en su recta final con críticas por parte de la oposición y preocupación entre los vecinos. Las excavadoras preparan el terreno para la instalación del tanque de tormentas y la estación de bombeo en la confluencia de los ríos Miñor y Zamáns, junto a los bloques de viviendas de As Garzas. Vecinos del edificio y miembros de la oposición advierten de las molestias que ocasionará la instalación, que consideran "una gran fosa séptica". El alcalde, Fernando Guitián, señala que los trabajos discurren tal y como prevé el proyecto de Augas de Galicia y que "no hay de qué preocuparse".

La Xunta invierte 3,5 millones en la obra. Tras colocar un nuevo colector desde el centro hasta la depuradora de Mañufe, queda pendiente la instalación del bombeo y el citado depósito, que se asentará en una zona verde ubicada en la intersección de las calles Curros Enríquez y Baixa Redonda. El recipiente almacenará tanto el exceso de aguas pluviales como las fecales procedentes de las parroquias de Morgadáns, Chaín, y Vilaza, especialmente en momentos de abundantes precipitaciones. El bombeo las impulsará después, de forma progresiva, hacia la depuradora para evitar colapsos y optimizar así el tratamiento.

Alarmados ante el temor a futuros "malos olores" y averías, vecinos del inmueble próximo han presentado reclamaciones ante el Ayuntamiento, aunque el regidor aseguró ayer no tener constancia de ninguna.

El edil más crítico con los trabajos es del PP, aunque recientemente cesado de sus funciones como teniente de alcalde y concejal de Seguridad y Parques y Jardines por sus discrepancias públicas con el alcalde y su equipo de gobierno. Eladio Costas asegura que "lo que se planea es un gran pozo negro en una zona inundable junto a viviendas en pleno casco de Gondomar". Algo a su juicio "alarmante".

El concejal explica además que la obra carece de licencia municipal y que se encuentra en una zona verde, por lo que "en ningún caso sería autorizable". Señala asimismo que el proyecto está paralizado desde Vincios hasta la villa condal por la afección a fincas particulares, cuya expropiación "es inviable".

El grupo nacionalista critica también la actuación. Consideran que la estación de bombeo ocasionará un ruido continuo y frecuentes averías, de manera que las aguas fecales rezumarán en una zona de población. El edil Antonio Araúxo anuncia que preguntará al alcalde en el próximo pleno sobre la gestión de la maquinaria. Considera que "si la asume el Concello, el gasto en consumo eléctrico y en mantenimiento sería insostenible para las arcas municipales".