Un total de 14.000 plantas de kiwi, que en el mercado podrían alcanzar el precio de 56.000 euros, han sido intervenidas cautelarmente por el Seprona de la Guardia Civil, en una finca de Tomiño.

Durante su inspección, los efectivos comprobaron que las plantas carecían del necesario pasaporte fitosanitario específico para el transporte del kiwi en la Unión Europea.

El fin de esta precaución es prevenir la enfermedad causada por una bacteria Pseudomonas-syringae pv. actiidae que ataca a esta planta y que viene causando estragos en plantaciones del Baixo Miño, donde se aplican las máximas medidas de desinfección para evitar el contagio, con retirada de plantas dañadas .

Las plantas quedaron depositadas en la misma finca, bajo la prohibición del comercio y venta sin el correspondiente pasaporte fitosanitario. Seprona informó de los hechos a la Delegación de Medio Rural de la Xunta, formulándose la correspondiente denuncia.