Los vecinos del entorno a la estación de Redondela, en el barrio de A Portela, que se oponen a la instalación de un transformador de media tensión en las inmediaciones de las casas y de un parque infantil, reclaman un informe de impacto ambiental que garantice que la instalación no tendrá consecuencias negativas para la salud.

Los afectados consideran que las mediciones de las radiaciones realizadas la semana pasada en la zona por un técnico municipal carecen de valor, puesto que no contemplan las posibles emisiones de la futura instalación eléctrica. "Nadie nos ha mostrado por escrito los resultados de esas mediciones, solo tenemos conocimiento verbal, y tampoco no nos tranquiliza que nos digan que se descarta cualquier posible incidencia en la salud cuando no está instalado ni se sabe que tipo de emisiones tendrá", asegura Belén García, una de las residentes.

Los vecinos consideran que una actuación de este tipo tan cerca de las viviendas debe contar con un informe previo de impacto ambiental, de lo que carece el proyecto. Además creen que se debería tener en cuenta que en las inmediaciones existen otros transformadores y distintas redes eléctricas, con lo que argumentan que la ubicación elegida para la nueva instalación no es la adecuada.

Un grupo de afectados mantuvo ayer una reunión con el alcalde redondelano, Javier Bas, y el concejal de Urbanismo, Arturo González, para expresarles su preocupación por este asunto y solicitar que medie ante Fenosa para paralizar el proyecto. "Consideramos que el alcalde, como responsable municipal, debe defender los intereses de los vecinos y tratar de negociar con la empresa un cambio de ubicación del transformador, porque es incomprensible que se instale a solo unos metros de las viviendas y de un recinto para que jueguen los niños", apunta Belén García.

El regidor, sin embargo, explicó a los vecinos que el cambio de ubicación es inviable a estas alturas puesto que la actuación ha superado todos los trámites legales establecidos y la empresa realizó la expropiación del terreno. A lo que sí se compromete el responsable municipal es a elaborar un informe ambiental de la actuación con una empresa técnica ajena al Concello que propongan los afectados.

Mientras tanto, las obras se retomaron ayer tras permanecer paradas desde el miércoles pasado. Los operarios procedieron a asfaltar las zanjas abiertas para la instalación subterránea y se está a la espera de la llegada del transformador si no lo impide la presión vecinal.