Una vida dedicada al arte no cabe entre cuatro paredes. "Yo ya no tenía sitio en casa", reconoce la artista Michele Lescure, que ha cedido más de medio centenar de sus obras (pinturas y esculturas en hierro y acero) al Concello de Baiona, que las instalará en las próximas semanas en diferentes dependencias municipales y que están pendientes aún de catalogación y valoración.

Michele, artista parisina de 70 años que desde hace tres reside de forma permanente en Baiona donde pasó sus vacaciones durante 19 años, se muestra como una mujer inquieta y siempre abierta a las nuevas experiencias. Ya no hace escultura porque no tiene taller, pero sigue pintando, hace punto de cruz e incluso aprende a tocar el clarinete. "No soy una persona de mi edad", asegura, "a veces veo incluso a los niños en monopatín y digo: ´¡Cómo me gustaría a mí hacerlo!´".

Risueña, con el rabillo del ojo pintado de kohl, Michele estudió Bellas Artes en París, estuvo becada por la Casa Velázquez entre 1959 y 1961 y recibió el Premio Nacional de Escultura en 1972, siendo la primera artista extranjera distinguida con este galardón en España.

De aquella época, aproximadamente, datan las grandes piezas de acero inoxidable que esperan ubicación en el futuro Museo de la Navegación. Son "ritmos musicales", figuras abstractas en las que predominan las líneas curvas y que, en algunos casos, están dotadas de movimiento mediante un pequeño motor.

Otras esculturas, realizadas en hierro con pequeños objetos de desguace, representan toda clase de animales e incluso un San Miguel, "porque es mi santo", afirma Michele.

Los cuadros cedidos, 30 óleos sobre lienzo, tienen en su mayor parte como tema central Baiona, aunque hay obras con otras temáticas.