Un cuarto de siglo es "más que suficiente" para participar en la vida pública. Este es el único argumento, según él mismo recalca, que ha llevado al portavoz de Coalición Miñorana, Manuel Vilar, teniente de alcalde y concejal de Vías e Obras y Pueblos Hermanos en la actualidad y regidor de Baiona durante doce años, a retirarse de la política y regresar en el Partido Popular como simple afiliado.

–Su marcha ha descolocado a numerosos baioneses. Pocos se creen que sea gratuita, sin compensaciones.

–En absoluto hay compensaciones. Yo tengo una profesión, profesor, que me motiva. Uno a veces necesita disfrutar de otros aspectos de la vida. No todo es política. Tengo aficiones: la lectura y el deporte.

–Si es una decisión personal, ¿qué sentido tiene que le acompañasen en su despedida el presidente del PP provincial, Rafael Louzán, y el alcalde, Jesús Vázquez Almuiña? Los tres pusieron en escena un pacto, ¿no?

–No puedo olvidar mis inicios en el PP. El acto del viernes fue una demostración de generosidad por su parte. Y yo me integro en sus filas como militante de base, para apoyarlo y pedir el voto para él. Me voy seguro de que Baiona queda en buenas manos.

–Entonces se trata de un adiós definitivo. ¿No le veremos más adelante en una lista popular, o en algún cargo en el Concello o la Diputación?

–Es un adiós definitivo. Esos cargos son para gente joven. Yo ya tengo 63 años.

–¿Y las razones? ¿Realmente cree que ha llegado la hora de irse o ya no le daban las cuentas? ¿Temía rebajar sus resultados electorales y no ser llave para formar gobierno?

–No, en absoluto. Pienso incluso que Coalición Miñorana estaba en condiciones de aumentar votos. Y si no fuera así, creo que Almuiña contaría con nosotros, aunque no nos necesitase. Con nuestra retirada, se asegura la mayoría absoluta.

–Ahora que está casi fuera. ¿Cuál es su quiniela para la próxima Corporación?

–Resulta difícil, pero podría ser PP 10, PSOE 4, BNG 2 y UPyD 1. De cualquier manera, conozco a todos los candidatos y los tengo en buena consideración, como a todos los políticos con los que he convivido en la Corporación. No me olvido de que accedí a la Alcaldía con el apoyo del Partido Nacionalista Galego, Esquerda Galega, el CDS y el PSOE. Ni tampoco de que otros incumplieron pactos conmigo [se refiere al exalcalde Benigno Rodríguez Quintas, de VIB, con el que firmó la moción de censura de 1999 con la condición de alternar la Alcaldía dos años cada uno, y que luego se quedó en el sillón durante todo el mandato]. Pero también es cierto que la política pone a cada uno en su lugar.

– Veinticinco años en la Corporación. Tendrá usted historias para aburrir.

–Claro. Estoy muy orgulloso de mi trayectoria. Fui el alcalde del V Centenario, cuando el protagonismo histórico de Baiona cobró vida en el mundo. Aquí estuvo el Príncipe de Asturias y los embajadores de toda América. Recuerdo una cumbre de presidentes iberoamericanos. Yo estaba al lado del presidente de Chile cuando dieron la noticia de la detención de Pinochet en Londres. Periodistas de todo el mundo comenzaron a perseguirlo y eso ocurrió en Baiona. No terminaría nunca de contar anécdotas.

–¿Cuáles fueron los mejores y los peores momentos?

–Para mi todo fue positivo.

–¿Incluso tensiones como la de A Palma?

–El conflicto de A Palma fue muy positivo para mí. Me hizo más fuerte mentalmente, Me di cuenta de que la firmeza es fundamental en política. Hoy me llevo estupendamente con los políticos que promovieron aquello.