La intervención realizada ayer por la Guardia Civil en el puerto baionés vino ayer a rematar la que sin duda ha sido una de las semanas más difíciles de Fernando Leyenda al frente de la Cofradía de Pescadores "A Anunciada". Seis guardapescas, contratados por el pósito con subvenciones de la Xunta, denunciaban hace una semana que tenían orden del cabildo de relajar la vigilancia sobre cualquier clase de práctica ilegal de pesca si esta no estaba relacionada con la extracción de percebe.

Las "presiones" apuntadas por los vigilantes al parecer desembocaron en la rescisión del contrato al coordinador del equipo, Xosé Lourenzo, que tendrá que abandonar sus funciones, por decisión unánime del cabildo, el próximo día 30 de junio.

Aún con este conflicto laboral abierto, ya que el jefe de guardapescas tiene aún la posibilidad de acudir a los tribunales para defender sus derechos, tanto Fernando Leyenda como el vicepatrón de la cofradía quisieron zanjar la polémica el viernes en una reunión con representantes de la Consellería de Mar.

Más vigilancia

Los responsables de la cofradía baionesa adquirieron allí el compromiso de revisar los contratos de los vigilantes para ampliar sus funciones, limitadas al control de la extracción de percebe desde hace algunos años, para que puedan controlar también cualquiera de las capturas de pescados o mariscos que se realizan en la zona. Con la detención de ayer, el patrón mayor baionés y su gestión al frente del cabildo vuelve a estar ahora en el punto de mira.