Vecinos de la parroquia de Ribadetea, en Ponteareas, piden asistencia social para un residente porque aseguran estar asustados ante las continuas amenazas y acciones violentas que comete.

"Nos sentimos amanazados y no sabemos a dónde puede llevarnos este problema, pedimos que las autoridades actúen cuanto antes", afirma uno de los afectados.

Según explican, en la última semana este vecino ha incendiado un cobertizo dentro de su propia parcela en el barrio de A Barronca y, anteriormente, había quemado un galpón con maquinaria dentro: un congelador y una motosierra, entre otros enseres.

Varios vecinos afirman haber sido amenazados por él en más de una ocasión, incluso con aperos agrícolas en su mano, y tienen miedo de que cumpla sus advertencias.

Según aseguran, este hombre sufre ataques epilépticos, tiene que medicarse y abusa de la ingesta de alcohol. Una combinación a la que achacan su actitud "conflictiva"y por la que en los bares de la parroquia se niegan a servirle bebidas alcohólicas. En el pasado estuvo ingresado en un centro para drogodependientes en Ourense; después de aquella estancia, según los vecinos "estaba máis calmado", sin embargo, en la actualidad ha vuelto a mostrarse agresivo.

Problemas

Hace algunos años, después de que amenazase al cura de la parroquia, un grupo de vecinos había comenzado a recoger firmas para pedir asistencia para él, sin embargo, tras la escisión de la asociación de vecinos, aseguran que esta pretensión se ha abandonado.

Según relatan en la parroquia, este hombre ha estado en la cárcel durante siete meses por haber golpeado, presuntamente, con un machete a uno de sus hermanos y también ha sido acusado de haber plantado fuego, supuestamente, en un piso en Ponteareas donde habitaba una ex compañera sentimental.

Este hombre tiene menos de 40 años y vive solo en la casa familiar. Recientemente ha perdido una pierna en un accidente de tráfico y aunque tiene una prótesis ortopédica no la utiliza y se sirve, únicamente, de un par de muletas para seguir caminarndo. "Di que ten medo de que lle quiten a paga e por iso non a usa", comenta uno de los vecinos en una de las tabernas de la parroquia.

Guardia Civil

Los vecinos explican que "pide con frecuencia unha ambulancia dicindo que se atopa mal e que lle doe todo e logo cando veñen a buscalo non sae da casa ata que ten que vir a Guardia Civil". Muchos de los residentes tienen miedo de que cumpla sus amenazas o que su tendencia a plantar fuego se extienda a los bienes ajenos. "Eu marcho traballar todos os días ás seis da mañá e miña muller queda soa na casa e preocúpame o que lle poida pasar", comenta Ángel Martínez, uno de los residentes que se siente afectado. Los vecinos piden que se le ingrese cuanto antes para evitar que "haxa unha suceso na parroquia".

Afirman también que a pesar de lo relatado no ven una actuación de las autoridades para resolver el asunto "a pesar de que levamos falado e denunciado o caso".

Añaden que no es un tema de difícil convivencia sino de una situación real de peligro y hacen referencia a que "se un día pasa unha desgracia lamentarase e entón actuarán pero xa será demasiado tarde".