La huelga de hambre iniciada el lunes por seis miembros de la plataforma anticatastro sólo tiene un fin posible. Así lo advirtieron ayer sus protagonistas por boca del presidente de la Asociación de Veciños de As Pagonas, Antonio Pastoriza, quien aseguró que "o el alcalde dialoga con nosotros o aquí seguiremos". "Saldremos con los pies por delante si no da el brazo a torcer", insistió el representante vecinal.

Un día después de que se iniciara la protesta, las personas que la secundan fueron objeto de un pequeño chequeo por parte del personal del 061 y después de que uno de ellos se sintiese "mareado" a primera hora de la mañana. El resultado fue que la mayoría de los huelguistas tenían la tensión alta, circunstancia que atribuyeron a la falta de alimentos y a los nervios. Por lo demás, se mantenían en torno a una mesa a las puertas de la Alcaldía, ayer cerrada por segundo día consecutivo ante la ausencia del alcalde, que viajó por la mañana a Santiago.

La mañana se desarrolló con normalidad a excepción de un pequeño incidente entre la Policía Local y representantes de la plataforma que habían colocado una pancarta en la puerta del consistorio moañés. La negativa de los vecinos a retirar el cartel derivó en un enfrentamiento que no fue a mayores. El colectivo anticatastro pide ahora que le devuelvan la pancarta, en manos del concello.

La jornada concluyó, un día más, con una nueva concentración a las puertas del Concello de Moaña, esta vez con menor seguimiento, al parecer debido a la tarde lluviosa. Los manifestantes aprovecharon la protesta para cantar contra el alcalde y el gobierno municipal y para dar apoyo desde el exterior a los seis compañeros en huelga de hambre. También permanecieron instaladas las tiendas de campaña, aunque sólo una de ellas estuvo ocupada por momentos.