Este 30 de enero, como cada año declarado Día de la Paz a causa precisamente de ello, se cumplen setenta años de la muerte de Mahatma Gandhi, asesinado por un fanático hinduísta en 1948 por haber defendido la convivencia con los musulmanes en una India que él tanto había contribuido a independizar. Su pacifismo y la apuesta por la no violencia (ahimsa) para la resolución de los conflictos políticos y religiosos deben servirnos aún hoy de ejemplo y de guía, en este presente amenazado por los fanatismos, cuando hace apenas unos días científicos estadounidenses han adelantado el llamado "Reloj del Fin del Mundo" (metáfora con la que quieren llamar la atención sobre el peligro de extinción planetaria promovida por el hombre) dejándolo a tan solo dos minutos simbólicos del Apocalipsis, a causa de la crisis nuclear con Corea del Norte y del cambio climático; y en donde el mismo Papa ha mostrado gran preocupación por el peligro real de conflagración atómica. Ojalá en este nuevo Día Mundial aprendamos algo de Gandhi y nos pongamos a trabajar en serio por la Paz promoviendo el diálogo en lugar de la violencia y deponiendo toda actitud belicista.