Tengo 45 años y, por suerte, he tenido que recurrir al médico en muy pocas ocasiones. Lamentablemente, el pasado mes de mayo tuve que ir al ambulatorio de Pintor Colmeiro y fui atendida por mi doctor D. Carlos Davila Brun (médico de cabecera).

Esta carta es para darle las gracias una vez más al doctor D. Carlos Davila, porque a día de hoy puedo decir que existen doctores verdaderos profesionales y muy humanos.

Entré en su sala un día de mayo porque estaba pasando por una situación muy lamentable en la empresa en la que estaba trabajando, que me llevó a una situación personal muy mala.

En todo momento tuve apoyo de este gran médico que siempre me escuchó desde el primer minuto y me permitía tener unas pequeñas charlas de la vida, de doctor a paciente, donde me daba cuenta de que existen auténticos médicos que sí se preocupan de los pacientes.

Estando en la sala de espera me llamaba la atención todo lo que opinaban el resto de los pacientes. Era todo extraordinario y efectivamente lo viví en mis propias carnes.

A día de hoy me encuentro totalmente recuperada por todos sus consejos y su apoyo y he podido volver a empezar otra vez de cero, con las mismas fuerzas que tenía hace años.

Gracias de corazón por toda su ayuda, por ser un médico tan humano y estar tan implicado con los pacientes.