La Guardia Civil de Tráfico intensificó la vigilancia en las carreteras de la provincia de Pontevedra durante el 31 de enero y 1 de febrero. En concreto actuaron en la carretera PO-331, que une Porriño y Gondomar y que contiene un "tramo de riesgo" por haber soportado durante el último año dos accidentes mortales y cinco con consecuencias graves.

Durante la actuación, los efectivos de la Guardia Civil detectaron un total de 89 infracciones además de imputar un delito a un conductor que circulaba tras haber perdido la totalidad de los puntos de su permiso de conducir. Estas actuaciones se repetirán a lo largo de los próximos meses para tratar de disminuir todo lo posible el número de accidentes en las carreteras.