Hace poco leí en el periódico el caso de un matrimonio de Ponteareasal que habían desahuciado de forma errónea. Recordé con rabia como me había pasado casi lo mismo el pasado viernes de carnaval. La diferencia es que yo pude llegar a tiempo y enseñar a los presentes en la puerta de mi vivienda la escritura que demostraba que el propietario era mi marido y no la promotora del edificio, que aparecía en la orden judicial. Se habían equivocado unos metros y una letra, la del piso. Estaban en la calle correcta, el edificio correcto, la planta correcta,? pero delante de mi vivienda. La situación era surrealista para mí y para el cerrajero, que fue la única cara amable que intentaba tranquilizarme. Tomados todos los datos necesarios, todas las personas que estaban delante de mi puerta se marcharon como llegaron, correctos pero con frialdad. Salvo el cerrajero, que se giró para pedirme disculpas, de algo que no tenía ni pizca de culpa.

Lloré, me enfadé, me angustié durante semanas. Mi hijo de ocho años no dejaba de preguntar si volverían a equivocarse, pero por si las moscas tenía a mano su espada de madera. Al leer el testimonio de este matrimonio entendía perfectamente la impotencia, la rabia, el desamparo en el que te encuentras porque no sabes que pasó ni nadie te lo va a explicar.

Tras contar lo sucedido a varias personas (abogados, gente de inmobiliarias,?) , nos asombramos al saber lo "habitual" que parece ser este tipo de errores. Nadie recibe notificaciones previas y de repente se ven vistos en un embolado que te deja como poco con un cabreo monumental y rabia por no entender como no se es más cuidadoso en este tipo de temas, de por sí muy delicados.

Espero que a la familia de Ponteareas le haya pasado el susto. A nosotros nos cuesta todavía. De no haberme avisado alguien estaríamos de puertas afuera un viernes de carnaval con dos niños pequeños (el de tres años con diarrea ese día) con lo puesto y pocas probabilidades de solucionarlo en horas. Entiendo que no dejaban de decirme la suerte que tuve en que hubiera alguien en casa. ¿Suerte? Suerte de quien no es cuidadoso en su trabajo y no pasa nada.

Me gustaría una explicación coherente y unas disculpas de alguien que entienda que esto ni es normal ni puede volver a pasar.