Los astilleros son empresas que se dedican fundamentalmente a construir, formar, equipar, madurar una embarcación que luego tiene que disponer ya autonomía para navegar, ya fuera de él; y esta nave se enfrentará a todo tipo de adversidades, tendrá un equipo de dirección, mantenimiento, suministros, etc..., todos son indispensables para cruzar los mares, océanos, días y noches, con temporales o sin ellos, pero para ir de puerto en puerto con el éxito de transcurrida cada andadura, llegar sin novedad.

Los hijos en cierto aspecto llevan un recorrido similar, el hogar es como el astillero, pasada esa etapa de formación, de acompañamiento, cuando se consideran maduros para enfrentarse a la vida, es bueno que esto suceda, que tengan esa autonomía adquirida que les permita realizar esas andaduras con la personalidad suficiente de tener éxito en su vida.

Pero dentro de la etapa del hogar, si les consentimos porque dicen que ya son mayores el móvil, ordenador, salidas nocturnas, el botellón, fracasar en sus hábitos de la cultura del esfuerzo, ahorro, respeto, etc...,es como soltar a un barco a navegar destinado al fracaso.

Todos los componentes del equipo responsable del barco, trabajan en equipo por el bien de todos, e incluso de los que quedan en tierra. Para ese buen fin, la etapa previa es indispensable, todos dependen de los demás; pero los hijos viven en ese ambiente apropiado de formación, los padres tienen ese ejemplo del viejo grumete que ante la tempestad con su ejemplo tranquiliza a los jóvenes marineros, y que aceptan cualquier directriz sin pensarlo ni un instante, el padre/madre cede ante las presiones de niños de 5, 6... 10,12 años?

En resumen, hay " barcos " que antes de navegar, ya se sabe que no irán a ninguna parte.