Hace un mes, celebramos una asamblea de la Asociación de Vecinos de Zamáns en la que se votó y se decidió por mayoría (ningún voto en contra) el rechazo a las reformas que el Concello quiere llevar a cabo en la plaza de la Iglesia. Se quedó en solicitar una reunión con el concejal de Fomento para informarle de esa decisión de los residentes, y para valorar posibles alternativas. Estos días me he enterado, leyendo el FARO, de que el pasado 24 de mayo la junta directiva (y un grupo de vecinos) celebraron esa reunión con el edil. La noticia me causó profunda sorpresa y preocupación, ya que su titular rezaba así: "Los vecinos de Zamáns aceptan la humanización de la plaza tras reajustar el Concello el proyecto". Y se dice que los 60 vecinos asistentes prestaron su conformidad al referido proyecto.

Muchos vecinos de Zamáns no fuimos convocados a esa reunión. Me han dicho que pusieron carteles (yo no vi ninguno) y que mandaron mensajes a algunos móviles (al mío, no). Pero no se convocó como una asamblea, con notificación a todos los socios. La decisión que tomamos en la anterior asamblea de vecinos solo puede ser revocada en otra asamblea. Y todos los vecinos tenemos derecho a ser convocados a las asambleas, a exponer nuestra postura y a votar por ella. Por eso, lo razonable es que se convoque una asamblea, que nos expliquen las modificaciones que ha propuesto el Concello, y que volvamos a votar. Si la mayoría de vecinos aprueban que se lleven a cabo las obras que el Concello quiere hacer, lo aceptaremos todos de manera democrática.

Muchos vecinos pensamos que en las actuales circunstancias de crisis gastar tanto dinero en algo que no es necesario sería un grave error, sobre todo porque se trata básicamente de un cambio estético que -así lo pensamos- nos va a ocasionar muchos perjuicios (sobre todo la pérdida de aparcamientos y la alteración del uso habitual de nuestra plaza) y pocos beneficios. Cada vez más ciudadanos pensamos que debemos exigir a nuestros políticos que prioricen el gasto del dinero público, y que lo empleen en solventar necesidades vitales, y no en reformas estéticas, en poner jardineras y losetas de granito, que en Zamáns, que es una parroquia rural, no nos hacen falta.

La junta directiva de la AV de Zamáns debe convocar esa asamblea, y así se lo he pedido. Lo contrario sería una ofensa a los vecinos, y una burla al espíritu de democracia y de independencia que debe imperar en toda AV. Si después el Concello de Vigo quiere seguir imponiendo llevar a cabo unas obras en la vía pública que nos perjudican a los residentes, no podrán nunca decir esos políticos que los vecinos de Zamáns lo hemos aceptado (como se ha publicado)... Si antes no se aprueba en esa asamblea.