En el jardín puede resultar una plaga pero en la mesa es un manjar aún desconocido para muchos. Existen numerosas formas de cocinar este pequeño molusco, y así lo van a dar a conocer nuevamente en Cotobade, que este domingo celebra ya la octava edición de la Festa do Caracol. El evento comenzará a partir de las 11.00 horas con el inicio de las degustaciones en sus diferentes variedades, acompañadas de pan, vino o agua. Además también se podrá apreciar la empanada de caracol.
Son los protagonistas indiscutibles del certamen que se desarrolla en Santa María de Sacos, aunque en este evento no faltan las raciones de churrasco y de callos, para los que aún no se atrevan con el gasterópodo. Todos han sido criados en Cotobade a través de la empresa Caracoles do Gallo, que lleva más de diez años -desde 2004- siendo pionera en diversos campos, entre otros, en establecer un circuito de alimentación propio, ámbito en el que es única en Europa, pues la materia prima se cultiva en terrenos de la misma empresa. En esta granja pontevedresa comen maíz, trigo y soja -también se les da calcio según corresponda al tamaño y la época de cría-, con lo que se consigue un manjar de excelente calidad. Caracoles do Gallo produce entre 12 y 16 toneladas de molusco, siempre en función del tiempo porque, como explica José Luis García, gerente de la firma, "el caracol es muy sensible a la climatología".
Al atractivo de conocer esta hermosa zona pontevedresa se une el placer de probar nuevos platos. El caracol admite múltiples preparaciones: en alioli, a la riojana, en escabeche, en salsa de vieira? Es una propuesta a la que cada vez acuden más interesados, pues se trata de un molusco sabroso que tiene en esta localidad un importante punto de producción. Caracoles do Gallo vende este marisco de tierra principalmente a Madrid, Zaragoza y Valladolid.
En colaboración con la Asociación Amigos do Caracol se encargan de promover esta cita gastronómica a la que acuden comensales de todos los puntos de Galicia. El año pasado a las dos y media de la tarde ya se habían acabado las raciones, tal fue el éxito de la convocatoria. Para que nadie se quedara sin probar los moluscos incluso abrieron algunas de las latas delicatesen que ya están en el mercado y que esperan lleguen a más lineales de compra. En esta edición se repartirán unas mil raciones.
