Tras los inmensos cortinones del teatro se esconden ilusiones, desventuras y desenlaces a veces fatales que pueden o no emocionar al público, pero que nunca deberían dejarlo indiferente. Lo que revela la cineasta portuguesa Rita Azevedo cuando descorre esa cortina es una desgarradora pasión que se desparrama por el inmenso lienzo de estilo clásico que ha pintado, más allá de la metáfora, apoyándose en sugerentes artimañas teatrales y en un texto afinado y cuidadísimo.
No obstante, la que al final canaliza la fuerza es su actriz protagonista, Rita Durão, cuyas poderosas frases calan pese a la artificiosidad del aparato cinematográfico. Una película original donde lo estático evoca la tempesta interior.