La cantante barcelonesa está considerada una de las sorpresas más prometedoras de la música española, además de augurarse que será una de las voces femeninas que dará que hablar durante los meses que están por venir. Su paso por el último Sónar y la Red Bull Music Academy de Tokio parecen presagiar que 2016 será el año de Alexia Taulé, alter ego de Brigitte Laverne, que acaba de estrenar su primer EP homónimo para el sello Foehn. En los temas que componen su trabajo da rienda suelta a su fascinación por el synth pop arropado por cálidas melodías y una voz aterciopelada que está conquistando cada vez más seguidores.
Alexia Taulé estudió teoría musical y piano durante 16 años en el conservatorio de la ciudad condal, antes de adaptar sus habilidades como compositora e instrumentista al deslumbrante synth pop que practica bajo el nombre de Brigitte Laverne. Su fórmula se basa en chispeantes líneas de sintetizador, cajas de ritmos retro y perfectas melodías pop, además de una voz cautivadora.
El resultado recuerda a OMD y New Order, pero también -para bien- a artistas contemporáneas como Grimes. Con apenas 26 años, su elección para estar en la Red Bull Music Academy de Tokio supuso un antes y un después en su carrera. Desde entonces no ha parado de crear, inmersa en los últimos meses en el que es su primer y esperado EP, grabado en París junto a su amigo músico y productor Santiago Latorre (también antiguo alumno de la Academy).
Dice que sus influencias son diversas, desde la banda sonora de "Drive" hasta las joyas de pop sintético de los 80, aparte de grupos como Thieves like us. Brigitte -o Alexia- hace música para danzar o cantar con ella, con destellos como "Touch", "Tokio", "Cities" o "Phoebe´s Room", los temas que componen su trabajo de estreno, unos más bailables y potentes; otros, más melancólicos e intimistas, reflejo de sí misma, asegura esta joven que hace dos años decidió dar rienda suelta a su yo electrónico.
En este tiempo ha demostrado que es mucho más que una promesa para convertirse en un sólido valor. Sigue trabajando en el que será un próximo EP, además de dar conciertos en los que es imposible dejar de mover los pies, dispuesta a conducirnos por las movidas sendas del más cálido synth pop.
Para escuchar. Y bailar.
