Hombre, Rossi, por dios, por lo que más quieras te lo pido. No me vengas, donde Ana Rosa, a soltar con esa boquita tuya de piñón, esa que pones en forma de o minúscula, a soltar tamaña bomba de relojería abanicando con las pestañas. ¿Que la Pantoja -dices como quien anuncia un detergente- no tiene para comer? Como tantos españolitos de a pie, también te lo digo, y más si acaban de salir de la cárcel, aun rehabilitados y saldadas sus deudas con la justicia y la sociedad, como es el caso ¿no? Falete, amigo e imitador, lo avisó: el tabaco y la sombra no son buenos para la voz. No doy crédito, Antonio Rossi, muchacho ¿Que llegan cajas de comida a Cantora como a un comedor social? Ya será menos. Lo dicen los cronistas rosas, que los niños andan con un caché importante y bien podrían echar una mano. Cría cuervos... A ver si al final van a tener que acabar las fans haciendo una colecta del tipo "Si una peseta me diera cada español". (Lola Flores, pionera del crowdfunding).