Salvar al cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) es el objetivo en el que se han embarcado dos universidades españolas. La supervivencia de esta especie de ave marina está en peligro en Galicia y Asturias, comunidades que acogen las poblaciones más importantes de la Península Ibérica. Los científicos ya han averiguado las causas del alarmante descenso poblacional de la especie. También han estudiado algunas posibles soluciones. Y ahora quieren aplicarlas.

Investigadores del Grupo de Ecoloxía Animal de la Universidade de Vigo y del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo llevan más de veinte años estudiando esta especie, y han confirmado un descenso poblacional muy acusado en la última década. Según sus investigaciones, una de las amenazas más importantes es la mortalidad accidental que se produce en las artes de pesca de enmalle, especialmente en “trasmallos” (arte formada por tres redes superpuestas, más tupida la central que las exteriores), al quedarse enganchados los cormoranes cuando intentan capturar alimento.

Este grupo de investigación ha conseguido ayuda económica de la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para desarrollar un proyecto cuya finalidad es reducir la mortalidad de esta especie en las artes de enmalle. El proyecto ha sido cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) y se desarrollará en las aguas de Galicia y Asturias a lo largo de este año.

Poner luces en las redes

El profesor de la Universidad de Oviedo David Álvarez, coordinador de algunos de los trabajos a desarrollar, explica que la finalidad del proyecto, denominado ENCORAT, es doble. En primer lugar, se persigue reducir la captura accidental del cormorán moñudo en las artes de enmalle mediante la instalación en las redes de dispositivos luminosos de tipo LED. “Estas luces harán que los cormoranes puedan detectar la presencia de las redes dentro del agua y así evitarlas”, señala. Se estudiará asimismo el posible efecto de estas luces en la captura de las especies comerciales, ya que la meta es reducir la mortalidad de los cormoranes sin que ello afecte al rendimiento de la pesca.

En segundo lugar, se marcará un número importante de cormoranes moñudos juveniles, al ser esta la fracción de la población más afectada por este tipo de mortalidad. Los marcajes se realizarán con dispositivos de seguimiento GPS, lo que permitirá conocer en detalle “sus áreas de distribución y ver en qué medida se solapan con las zonas con mayor presión pesquera”, apunta Álvarez.

La intención de los investigadores, si el proyecto alcanza los objetivos esperados, es que este tipo de medidas se apliquen allí donde se están produciendo las mortalidades más importantes de la especie, aunque también se promoverá su empleo de manera generalizada dentro de los espacios naturales protegidos por la Red Natura 2000 que cuenten con importantes poblaciones de la especie, como por ejemplo el parque nacional de las Islas Atlánticas de Galicia.

Los principales objetivos específicos del proyecto son, según se detalla en la propuesta: experimentar una medida activa de reducción de las capturas accidentales de cormorán moñudo en las artes de pesca de enmalle y estimar el uso del espacio por los cormoranes moñudos durante la dispersión juvenil para determinar las zonas donde es necesario implementar modificaciones en las artes de enmalle.