Caso Abierto - Faro de Vigo

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Un caso en fase de instrucción judicial

Cae en Portugal el líder de una red que durante años prostituyó a una joven por toda Galicia

El hombre fue detenido tras una "euroorden" de una jueza de Vigo -La mujer, que pasó por distintos pisos y clubs, relató que sufrió palizas y era obligada a prácticas sexuales extremas

Una pesadilla que se prolongó demasiado. La vivió una mujer de origen paraguayo que viajó desde su país a España tras ser convencida por el hombre con el que mantenía una relación desde hacía unos meses de que ese era el lugar donde se asentarían, se casarían y tendrían hijos. Pero una vez llegó, la realidad fue otra. Y muy distinta. La joven fue presuntamente obligada a prostituirse durante años en clubs y pisos de cita de distintos puntos de Galicia. Uno de esos lugares fue Vigo, donde desde 2016 un juzgado, el de Instrucción número 7, lleva la investigación. La causa suma seis imputados, pero el principal de ellos, el hombre que supuestamente engatusó y engañó a la víctima, consiguió durante un tiempo eludir a la Justicia. Su fuga, sin embargo, ha terminado. Porque Paulo M.R., natural de Brasil, fue detenido en Portugal, en las proximidades de Lisboa, en virtud de la orden europea de detención y entrega que dictó la jueza. Ya acordada su extradición y en prisión provisional -fue entregado a principios de junio en el puesto fronterizo hispano luso de Caya-Elvas (Badajoz)-, la magistrada que lleva el caso podrá tomarle ahora declaración en una comparecencia en la que también tendrá que decidir si ratifica o no su situación de encarcelamiento.

El asunto, según consta en los últimos autos judiciales, se sigue por la presunta comisión de delito de prostitución a persona mayor de edad, si bien fuentes próximas al caso señalaron que los hechos también podrían ser constitutivos de ilícitos de tráfico de seres humanos, detención ilegal o lesiones. Las diligencias se abrieron hace dos años y en la misma hay seis imputados: el brasileño recientemente extraditado a España, dos hombres más y tres mujeres. La víctima tiene la condición de testigo protegido.

Sin pasaporte y con deuda

Natural de Paraguay, la mujer relató en la declaración que prestó en agosto de 2016 ante el grupo UCRIF de la Policía Nacional que Paulo contactó con ella en 2009 en Paraguay. Tras iniciar una relación, y siempre según lo manifestado por la víctima, él le propuso viajar a España, para casarse y formar allí una familia, lo que ella aceptó dada la plena confianza que tenía en él. El hombre viajó primero y para que ella siguiese sus pasos le entregó los billetes de avión y 600 euros.

Pero una vez en España, la mujer se dio cuenta de que todo era un engaño. Su primer destino fue un club de alterne de O Barco de Valdeorras, en Ourense. Fue allí donde presuntamente le comunicaron que tenía que ejercer la prostitución y abonar una deuda de 5.000 euros, siéndole retirado en ese momento el pasaporte y los 600 euros que el que decía ser su novio le había entregado para el viaje.

Ese local ourensano fue solo el primero de los muchos a los que sería trasladada la mujer durante los siguientes años. Según lo que contó, tras estar unos tres meses en un piso en Porriño (Pontevedra), la llevaron a Ferrol (A Coruña), donde no podía salir de la vivienda y sufrió palizas. Después estuvo unos dos años en un piso de citas en Santiago, obligada de nuevo a prostituirse y siendo al parecer objeto de castigos y en ocasiones de agresiones. Habría sido obligada a prácticas sexuales extremas, en las que llegó a sufrir lesiones al utilizarse objetos cortantes o sufrir quemaduras en su cuerpo con velas y cigarrillos. Debía estar disponible las 24 horas.

Tras la estancia en Compostela la habrían llevado de nuevo a Porriño. Allí, supuestamente, al no poder abandonar el inmueble y ya en una situación límite, decidió escribir en una nota que estaba retenida y era objeto de golpes. El papel lo metió por debajo de la puerta, hacia el pasillo, con la esperanza de que algún vecino lo viese. Pero fue Paulo, contó, quien lo encontró, por lo que sufrió otra vez una paliza. Ese día, en un momento en el que hombre se fue, logró escapar, pero fue localizada varios días después en Vigo. Supuestamente, le cortaron el pelo como castigo, fue amenazada de muerte y le habrían llegado a poner el cañón de un revólver en la cabeza.

Junto a estos lugares, la víctima habría sido obligada a prostituirse en otros clubes y pisos de A Coruña, Ferrol, Ourense y Vigo. En referencia a la ciudad olívica, citó un chalé gestionado por una mujer colombiana -una de las investigadas en el procedimiento- y un céntrico piso.

Tras la detención en Portugal y extradición del principal imputado en el procedimiento, la causa ha experimentado un nuevo impulso. Un juzgado de Badajoz fue el que decretó por exhorto la prisión provisional, decisión que la jueza de Vigo deberá decidir si ratifica.

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