La jornada de ayer no estuvo exenta de tensión. Arturo Domínguez fue conducido a los juzgados de Ponteareas pasadas las once de la mañana. Además de una considerable presencia de medios de comunicación, a las puertas de los tribunales se encontraba un grupo de una docena de personas esperando la llegada del detenido. Algunas eran familiares de las víctimas y otras, personas ajenas a los fallecidos que recibieron al sospechoso entre gritos de "asesino" o "pena de muerte".

"Tapas la cara, asesino, ¿porque tapas la cara?, A ti había que hacerte lo mismo...", gritaban. Tras más de dos horas ante el edificio judicial, los manifestantes decidieron marcharse antes de la salida del detenido al alargarse el interrogatorio.

Fue poco después de las 17.00 horas cuando el mismo coche patrulla que le había llevado al juzgado trasladó de nuevo a Arturo Domínguez al cuartel, desde donde un furgón también del Instituto Armado lo llevó a A Lama. El abogado defensor ve desproporcionada la medida prisión y avanzó que hará todo lo posible para que se le conceda la libertad a su cliente lo más pronto posible.