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Nieves Concostrina: "Si he tenido éxito en la radio ha sido por culpa de mi insensatez"

"Siempre me gustó la historia pero de mayor además descubrí que me divertía y lo mal que me la habían contado"

La periodista Nieves Concostrina. // I.O.

Una periodista, Nieves Concostrina, ha demostrado que la historia puede ser amena e, incluso, desternillante. Por sus concostorias, ha recibido los premios Ondas y Rey de España de Periodismo, y ha triunfado en la SER con "Acontece que no es poco" y en RNE con "El acabose".

-No le imagino ejerciendo de periodista pura y dura.

-Pues lo he hecho. Era lo que hacía en "Diario 16". Es más, lo que me gusta es la prensa escrita. Entré de prácticas en ese periódico en 1981, en el primer curso de la carrera. Hice de redactora de noche, de ayudante del redactor jefe, estuve en Cultura, en Economía, en Nacional... Estuve allí 15 años, ocho con Pedro J [Ramírez].

-¿Y cómo pasó a la radio y a especializarse en hilarantes reportajes sobre la historia?

-Cuando murió "Diario 16", me quedé en el paro. Coincidió con una crisis salvaje de la prensa. Fue cuando cerró "Ya" y salieron periódicos como "El Sol", "Independiente", mucha prensa para lo poco que se lee en este país. "Diario 16" tuvo una pésima gestión. Entre todos lo mataron y él solito se murió, y encima Pedro J. juró hundir al Grupo 16 por haberse deshecho de él. Juró dos cosas: eso y cargarse a Felipe González. Y consiguió las dos.

-Y se buscó la vida.

-Como cualquier periodista. Encontré un trabajo junto a mi pareja, Jesús Pozo, otro damnificado de "Diario 16", que luego dirigió "Adiós", una revista sobre la muerte. Le dio una vuelta a la idea para tratar el tema desde el aspecto cultural: arte funerario, antropología, botánica funeraria, arqueología... Él comenzó de director y yo de redactora jefe en 1997.

-¿Es esa su entrada en el periodismo histórico?

-Esa es mi entrada en la muerte. Y en la historia, pues está muy relacionado. Lo alternábamos con colaboraciones en otros medios, que a veces te pagaban y otras no.

-Qué me va a contar.

-Yo soy una periodista normal y corriente. Pero después de varios años en "Adiós", me di cuenta de que tenía mucha información, de que sabía mucho sobre muertos relacionados con la historia, temas muy divertidos que no salían en la revista y que no sabía dónde contarlos. A una amiga se le ocurrió que tendrían cabida en Radio 5, de RNE, donde había unos quesitos de tres o cuatro minutos sobre varios temas. Pensaba que si iba allí a hacerles esa propuesta me echarían a patadas. Pero en 2003 propuse el microespacio "Polvo eres" para hablar de muchos aspectos de la muerte: por ejemplo, por qué entierran a Goya en Burdeos y sin cabeza.

-¿Y entonces empieza a explicar la historia con su sorna?

-Sí, a mi manera. Y comencé así porque nadie me dijo cómo hacerlo. Si he tenido éxito, ha sido por mi insensatez. Nunca había hecho radio. Lo mío era la prensa escrita. Sí había hecho televisión: trabajé en Antena 3 un par de años con Jesús Hermida y Mercedes Milá, pero por necesidad, pues no es un medio que me guste. Pero radio, ni pisarla.

-¿Se formó entonces en historia o ya era una experta?

-Siempre me ha gustado, aunque fue de mayor cuando descubrí que la historia me divertía mucho y me lamentaba de lo mal que me la habían contado siempre. En la clase, con 12 años, un señor serio, que no se reía ni para atrás, nos explicaba episodios que luego he descubierto que eran para mondarse.

-La historia, divirtiendo entra.

-O cuentas la revolución francesa de manera que atrape al niño, o le aburres. Como empieces diciendo que el 14 de julio se tomó la Bastilla, y quieras que luego lo repitan como loros, se aburrirán. He descubierto muy tarde qué era la Bastilla.

-Tanto usted como otro periodista, Jacinto Antón, consiguen que la historia sea amena.

-Es que es realmente es muy divertida. Empecé así con "Polvo eres" en Radio 5 hasta que dos años después Pepa Fernández me pidió que hiciera lo mismo, pero en directo, en su programa "No es un día cualquiera", de RNE.

-¿Cuánto habrá que esperar para contar de esa manera sucesos como el 11-S o el 11-M?

-Del 11-S, algo ya he contado. No es un tema que haga mucha gracia pues el yihadismo sigue ahí, pero hay asuntos dignos de explicar, como los follones que han tenido las compañías de seguros tras el 11-S: algunos querían que les dieran por muertos para cambiar de vida y, de paso, a sus familias. Cuento cosas con guasa, pero a veces me dan pena. Eso sí, siempre habrá gente que se dé por ofendida, gente que se ofende absolutamente por todo.

-Usted, que ha vivido tantas etapas del periodismo en este país, ¿cómo lo ve actualmente?

-Fatal. Se me cae el alma a los pies al ver que la gente no lee la prensa. Así nos va. Veo en toda España que la gente no está informada. Y lo que nos pasa es porque nos falta información. Tenemos que estar informados para que no nos la cuelen por todas partes.

-Se habla ahora mucho de la posverdad.

-No he conseguido que alguien me explique qué es.

-Informaciones falsas.

-Se inventan palabras para despistarnos. Entiendo qué es la mentira. Nos han estado mintiendo y nos seguirán mintiendo mientras no estemos preparados intelectualmente ni informados de lo que ocurre. Hemos atravesado una crisis tremenda porque han saqueado España. Hay gente contenta porque tiene un trabajo por 500 euros al mes, justo el mismo por el que antes le pagaban 1.300. Llevan comiéndose los mocos cuatro años y ahora, con ese sueldo, están alegres y les parece que España va bien.

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