Los remedios que no conocías para hacer frente a una dura resaca
Con estos trucos caseros podrás mejorar tu estado el día después de salir de fiesta
Noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno. El exceso de alcohol en el cuerpo suele acarrear una dura resaca al día siguiente y, aunque la única forma de evitarla es no bebiendo, existen una serie de trucos con los que llevar mejor la jornada después.
La resaca es un conjunto de síntomas físicos y mentales que acarrean dolor de cabeza, náuseas, mareo, cansancio, dolor muscular y fatiga. Suelen aparecer a las pocas horas de haber bebido y duran un día o incluso más.
La mayoría son consecuencia de la deshidratación por lo que para aliviar los síntomas, beber agua a sorbos y poco a poco es una de las principales medidas a tomar. También se recomienda la injesta de frutas y verduras para activar la actividad detoxificante del hígado. Sin embargo, existen otros consejos más desconocidos con los que evitar retorcerse entre terribles sufrimientos.
Jengibre para la náusea
Hay resacas y resacas, algunas son de cabeza y otras de estómago. En este último caso, es posible que un ibuprofeno no nos salve la vida por lo que habrá que buscar otro tipo de remedios. Un té de jengibre fresco es una de las opciones más idóneas para cortar la sensación. Se le puede añadir miel, el jugo de un limón o el de una naranja. También resulta eficaz una infusión de menta, que elimina gases y relaja los intestinos para facilitar que las toxinas sean expulsadas.
Huevos con beicon
Es probable que si hubo juerga el día anterior, no haya tampoco muchas ganas de cocinar. En este caso, un plato sencillo y muy eficaz para combatir el malestar son los huevos y el bacon. Los huevos contienen cisteína, un componente que varios estudios han confirmado que elimina una sustancia que se acumula en el cuerpo cuando se bebe demasiado, el aldehído. El beicon, por su parte, es rico en aminoácidos, que también combaten la resaca.
Miel
Un par de cucharadas después de levantarse pueden ser suficientes, aunque depende de la cantidad de alcohol ingerido. La miel es rica en potasio y fructosa, elementos que se pierden cuando se ha bebido demasiado.
Ibuprofeno, no paracetamol
El alcohol provoca una inflamación en nuestro organismo, contribuyendo a padecer diversos síntomas como el dolor de cabeza. Al tomar ibuprofeno se puede sentir cierta sensación de alivio. Sin embargo y aunque en muchas ocasiones se intercambian indistintamente, no se debe tomar paracetamol. Esta pastilla, hará trabajar más a nuestro hígado si antes hemos consumido alcohol.
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