María Rincón Filhol tenía 72 años cuando en agosto de 1995 protagonizó el pregón de las Festas do Cristo de Cangas. Había llegado a su Cangas natal, como desde hacía tres veranos, procedente de París, la ciudad en donde residió buena parte de su vida. Lo hizo al volante de su coche y con el maletero cargado de cuadros para exponer en la Casa da Cultura. El 26 de agosto leyó su pregón de las fiestas con un alegato para cuidar el equilibrio entre lo histórico, tradicional y lo moderno" y para que Cangas siguiera su crecimiento "con dignidad y buen gusto".

María Rincón Filhol fue una de esas mujeres decididas de este municipio que, por su formación, tuvo su papel también en la apertura de la fábrica Citroën en Vigo, que este año conmemora los 60 de su apertura. En la historia de esta potente factoría viguesa, las traducciones de María, ya fallecida, fueron claves.

Esta mujer fue una de las primeras canguesas que se matriculó, allá por los años 40, en la Universidad de Santiago para estudiar la carrera de Filosofía y en 1950 decidió seguir sus estudios en La Sorbona, en Francia, en donde residió y trabajó de traductora. María Rincón había nacido en Cangas en 1923 pero a los tres meses, sus padres emigraron a París y allí estuvo hasta la II Guerra Mundial. Tenía 16 años, y según relataba en una entrevista como pregonera a este periódico, sus padres decidieron enviarla a Castilla a vivir con sus abuelos. Al poco tiempo se trasladó a Cangas a casa de unos tíos y empezó a estudiar en la Enseñanza. En un año hizo los cuatro cursos, concluyó en el instituto de Vigo y después se fue a la Universidad a Santiago hasta que decidió continuar los estudios en la Sorbona, en París. Hizo Historia mientras compaginaba su primer trabajo como traductora en una empresa de control de barcos. Después trabajó en la Thompson como traductora en el departamento de investigación espacial.

La empresa en la que estaba empleada, y según relataba en la entrevista, fue contratada por el grupo automovilístico para asesorar en la apertura de la planta de Citroën en Vigo. Debido a su dominio del francés y del español, sus traducciones fueron esenciales en muchas ocasiones para resolver los problemas con los que los franceses se encontraban en la ciudad olívica. Corría el año 1958. El Groupe PSA empezó entonces su actividad en Vigo, primero y de manera provisional, en unos antiguos almacenes de la Aduana, en la calle Montero Ríos, con un centenar de trabajadores. El primer año de vida, la producción fue de 400 vehículos. María Rincón siempre se enorgulleció de este trabajo y de su localidad de Cangas.