Ismael Cabaleiro inició su carrera musical a los cuatro años en la escuela de música pontevedresa Euterpe, donde comenzó a tocar el violín. Cuatro años después inició sus estudios oficiales de música en el C Manuel Quiroga.
A los 15 años estaba casi decidido a dejar la música, pero fue entonces cuando la profesora Isabel Abril, profesora le presentó a Alfonso Franco, quien más tarde se convertiría en su maestro y en la persona que le animó a investigar otros estilos musicales. De esta forma y aconsejado siempre por quien fue su profesor de violín durante los tres últimos años del grado profesional, Xacobe Lamas, comenzó a interesarse por todas las posibilidades del instrumento, que hasta aquel momento solo había suscitado en él puro interés académico.
A partir de ese instante este joven de Pontesampaio comenzó a realizar cursos donde conoció a algunos de los mejores violinistas de folk y jazz, tanto a nivel nacional, como Anxo Pintos, Begoña Riobo, o su actual profesor, Oriol Saña, como a nivel internacional, como Laura Cortese o Darol Anger. Estos cursos marcaron un antes y un después en su educación musical y fue entonces cuando decidió estudiar violín jazz en Barcelona.
Gira por la provincia
Antes de comenzar sus estudios en Barcelona, Ismael Cabaleiro ya había realizado numeroso concierto en Pontevedra, como el concierto en acústico con el grupo local Malkeda, en la Sala Karma en el 2011 o la presentación de un nuevo disco, Danzas Brancas, con Sondeseu y Kepa Junkera.
El músico ha emprendido una amplia gira por la comarca con actuaciones ya celebradas en Arcade (Soutomaior), Cotobade, Vigo, Tui y Pontevedra y participa con el proyecto "Ismael Cabaleiro Quintet", compuesto por los compañeros con los que suele tocar en Barcelona. La pasada semana lo hizo junto al cantautor Jonathan Balbuena. Por último en el mes de agosto tocará a cuarteto junto a David Regueiro, Juyma Estévez y Iago Reigosa.
El pasado año Ismael Cabaleiro consiguió que el departamento de cuerda del Conservatorio Manuel Quiroga de Pontevedra le diese la oportunidad de realizar jornadas donde enseñar a otros alumnos las posibilidades del violín y la familia de la cuerda dentro del jazz y la música moderna, descubriendo a las nuevas generaciones aquellos músicos y grupos que le habían inspirado desde sus comienzos, como Stephane Grappelli, Stuff Smith, los Turtle Island String Quartet o el grupo gallego Berrogüetto, entre otros.