Unas 80 personas participaron ayer tarde en una marcha reivindicativa organizada por la organización ecologista Adega-Monterrei Salvemos o Támega para protestar "por los daños ambientales de las obras del AVE y sus efectos en el río Támega".
Con punto de partida en Cerdedelo, en el municipio de Laza, los manifestantes recorrieron unos 400 metros, hasta llegar a las balsas de residuos de las obras del tren de alta velocidad, donde "comprobaron las consecuencias medioambientales" de la construcción de dicha infraestructura.
En relación a esto, una jueza de Ourense solicitó el pasado mes de julio, a raíz de una denuncia de la CIG, documentos a Seprona, Confederación Hidrográfica del Duero y Fiscalía para estudiar si hubo delito medioambiental por vertidos al río Támega en las actuaciones de las obras del AVE durante los años 2016, 2017 y 2018.