El pasado viernes volvió a suceder, y ¡mira que se ha comentado veces! la inconveniencia de que coincidan actos culturales o de cualquier tipo de interés social, vecinal o popular a la misma. Cuatro, he dicho bien, CU-A-TRO han sido los actos que se celebraron en el mismo tramo horario: Presentación de un libro en el Museo; Una interesante charla en la Biblioteca; otra conferencia en el Ateneo y el concierto fin de curso de los niños y niñas, alumnos de la Escuela de Municipal de Música. ¡Nin que fora Nova York! este Marín del alma que apenas tiene 25.000 habitantes y no hay gente para tanta diversidad por mucho que quieran disfrazarla de "públicos distintos". El resultado más lógico es que en cada uno de esos actos se reúnan docena y media de personas, con mucha suerte, lo que supone, si no un fracaso, que cada organización sabrá sus aspiraciones, sí una clara dificultad o incluso imposibilidad para quienes pudieran estar interesados en sus contenidos. No es la primera vez, ni será la última, seguro, que se haga mención a esta inconveniencia y, aún a guisa de ser pesados, tendremos que pedir que alguien, como ya se ha intentado en otras ocasiones, procure de alguna manera ordenar la coordinación en hora o en días de celebración de esos actos que suelen ser interesantes y que, posibilitando la amplitud de su cadencia, enriquecería y mucho la vida cultural de esta villa. Éso, que no aprendemos.
Lago de Castiñeiras