Campaña
Relacionadas
La campaña está en marcha. Aún no hay mucho ruido porque, de momento, los contendientes se dedican a hacer declaraciones de intenciones. El común del vecindario parece estar como adormilado y no es extraño porque llevamos de campaña electoral más de un año y, todo en exceso, cansa. Es de suponer que los alcaldables (cuatro hombres y tres mujeres) estén preparando la traca final de la última semana para movilizar al paisanaje ofreciendo maravillas porque ya se sabe que una cosa es prometer y la otra, la dura realidad del día a día, a lo largo de los siguientes cuatro años, en los que no vale la quimera porque suele haber más obstáculos que facilidades. Un exalcalde de Marín comparaba un día el deseo y la intención, acaso real, del candidato que salga elegido, con la fuerza con que un toro sale a la plaza. El pobre bicho, sin saber bien lo que le viene encima, va con todo su vigor a los embites de unos y de otros, se extraña de que, a pesar de ello, detrás del capote no hay nada, y acaba perdiendo la fuerza porque todo el mundo es a pinchar en él hasta que acaba como acaba. Un poco de razón tenía el antiguo regidor y por eso, los candidatos que se presentan a estas elecciones, y sobre todo aquellos que se estrenan, deberán comedir sus propuestas porque una cosa es prometer y la otra, poder. El papel lo puede todo y después vienen los fracasos. Y las disculpas.
Basura