Una vez que, tras el debate a 4 y las tandas de encuestas, el pescado ha quedado todo vendido, la campaña se dispersa en asuntos tales como si Zapatero fue el mejor o el peor presidente, o quién es dueño de su espectro. Bien, si no queda otra, entremos. Zapatero inició su tiempo sacándonos a la brava de una guerra injusta y de secuelas desastrosas (aún colean), fue referente global en materia de derechos civiles, hizo propuestas y apuestas visionarias como la alianza de civilizaciones o las energías renovables, y luego, al venírsenos encima el tren sin frenos de la crisis económica (que él sin duda no había provocado), primero se volvió negacionista, después equivocó la receta y luego se pasó meses zumbado por el ring, dando golpes al aire. O sea que fue el mejor y el peor, según tramos horarios. Por eso convendría que los devotos aclararan de qué parte de la vida del santo hablan.