Leyendo una entrevista con el Alcalde de Miami, Tomás Regalado, me quedo anonadado, y perdón por el ripio que se ha escapado (ahora dos). Es un miembro más bien díscolo del Partido Republicano, pero haciendo el juego de leer las preguntas que le hace Natalia Vaquero e imaginar las respuestas, no acierto ni una. Admira a Ronald Reagan, detesta al Tea Party, considera evidente el cambio climático, critica a la Asociación Nacional del Rifle, no le gusta el modo de aproximarse a Cuba de Obama, achaca al golpista Batista la llegada de Castro al poder, alaba a Francisco pero critica su viaje a Cuba, lamenta el acercamiento económico de Obama al Pacífico porque allí no se respetan los derechos humanos. Pero coño, ¿por qué libreto político se guía este hombre? Hago un recuento rápido de políticos de aquí que sean tan imprevisibles, guiados sólo por el sentido común, y no sale uno.