Hace cinco años comenzamos la aventura de ser padres, muchísima alegría, pero también muchísimo miedo e incertidumbre. Te lanzas a una piscina que no conoces y ves como tu vida pega un giro de 180º, cobrando todo un nuevo sentido. La mayoría de las veces cuentas con la familia, amigos, para apoyarte y aconsejarte con su experiencia en este loco pero maravilloso reto de ser papás. En nuestro recuerdo siempre estarán los años de colegio, rodeados de amigos, tan importantes que lo siguen siendo hoy en día, y de muchos de nuestros profesores, en especial los de infantil. Ellos pusieron esas primeras piedrecitas en nuestras vidas para construir lo que somos hoy en día. Por desgracia vivimos tiempos difíciles para la enseñanza y en especial para el profesorado, más olvidado y desprotegido que nunca. Pues con más motivo tienes miedo e incertidumbre cuando aquel día de septiembre, hace tres años, llevamos a nuestros hijos de la mano al mismo colegio donde años atrás tu estudiaste, con tres añitos, algunos todavía sin cumplir, y una cara de susto que le impide soltar tu mano para ponerse su gracioso mandilón de cuadros azules. Pero allí estabas tú, Charo, con una sonrisa enorme, tranquilizándonos primero a los padres, labor muy complicada, y tranquilizando después a nuestros pequeños.

Los llevaste de la mano estos tres años sin quejas, sin exigencias, sin reproches. Siempre con una sonrisa en la cara, hasta en los malos momentos. Con muchísima ternura y cariño te emocionaste, los emocionaste a ellos en infinitas ocasiones, y ellos a nosotros cuando nos lo contaban al llegar a casa. Por todo esto y por muchísimas cosas más nuestros hijos te quieren como a su otra mamá. Ya es habitual que las pequeñas discusiones con nuestros hijos terminen con la frase "si los dice Charo es que es así".

Consigues en nuestros hijos que cada mañana se levanten con ganas de ir un día más al Cole. Gracias Charo, y otra vez gracias Charo y mil veces gracias Mª Rosario Golmar Saavedra, por los pequeños detalles, en los que casi nunca reparamos, pero que a la postre marcan nuestras vidas. Pues otra vez gracias por llenar con esos detalles los tres años de las vidas de nuestros hijos, tus alumnos de 6º de infantil del colegio Xesús Golmar. Ya tienes nuestra admiración y respeto, pero los que nunca te olvidarán y te llevarán siempre en sus corazones son nuestros hijos.

Gracias.