Recibo un mensaje: O papel da Praza da Vila non é cousa dos veciños...

Alors...¿ de quen é?...

Por lo visto lo pusieron ahí con motivo de otra movida, posterior a la Festa da Reconquista, y ahí quedó. Desde el Casco Vello señalan que ellos, cuando ponen algo, lo retiran al pasar la romería. Y hay pruebas de ello.

Pues nada, que a cada uno lo suyo y a los del Concello que ordenen la retirada hasta la próxima movida.

La de ese cartel y otros muchos que hay ciscados por la ciudad.

El Concello, de tour operador a promotor inmobiliario

Anda el Concello metido a tour operador por lo de los malos humos de la depuradora del Lagares, acomodando en hoteles de la ciudad a los vecinos más afectados, que están hartos de andar con la maleta de aquí para allá cada vez que apesta, por lo que piden una solución definitiva, es decir, que les busquen alojamiento fijo.

Y la verdad es que no parece excesivamente complicado si se tiene en cuenta que el Concello es titular de unos sesenta pisos distribuidos en ocho plantas de dos edificios de la calle Rosalía Castro, fruto de las cesiones obligatorias por la urbanización de la zona.

Y no sería una situación novedosa pues al menos cuatro, en una primera planta, ya fueron utilizados como oficinas para la renovación del censo.

Claro que los pisos en cuestión carecen -o carecían- de licencia de primera ocupación y hasta hace poco - es decir, hasta que les obligó el juzgado- no pagaban por ellos ni los gastos de comunidad.

De llamada local a 902... ¿Y quién paga el salto?

Recordarán que la concesionaria del servicio municipal de abastecimiento de aguas centralizó el servicio de información y averías en un 902. Cuando los abonados llaman a los teléfonos locales, es como si a los pocos segundos la llamada saltara a ese 902, porque quien atiende no es personal de las oficinas de O Casal o la calle Venezuela. Y eso se nota por el tipo de preguntas que hace quien responde a la llamada. Y claro, el personal está pelín mosqueado hasta saber quien paga ese salto de la llamada local al 902.

La solución, en el próximo recibo del teléfono.

En verano preocupan problemáticas mucho más domésticas

Estamos en verano, ¡qué caramba! y la cosa municipal está como está, pero en estos días de agosto, lo que preocupan son otras problemáticas más domésticas. Y les aseguro que lo de los taperguay no es un asunto menor.

Porque claro, a la hora de guardar algo en la nevera o llevar la comida a la playa y buscar el tuper adecuado, surge el problema para cerrarlo. Tenemos un mueble en la cocina lleno de recipientes de plástico de todos los tamaños y formas variadas, comprados por lote- como las muñecas rusas- o de los que regalan con cualquier producto, que van al microondas,pero sin las tapas, que se separan para facilitar el almacenaje y nunca aparecen Y ahí empieza el drama. Ese si que es un problema y no la moción de censura.