Un palo con una cinta en la punta y dos vallas de obra anuncian y protegen a los viandantes de un socavón en la Avenida de Ourense a la altura de la parada del autobús situada enfrente del local de servicios del Concello. El suelo se hundió en vísperas de Semana Santa y desde entonces los transeúntes y viajeros deben esquivar el agujero –de más de medio metro de profundidad– para no sufrir daños.
El socavón pudo haberse originado por las filtraciones de agua de lluvia o el mal estado de la red de abastecimiento y saneamiento en esta zona, ya que a la altura del IES Rodeira, la calzada también se abre por culpa de la vieja red de tuberías. El Concello anunció recientemente su intención de plantear a la Xunta una actuación integral para solucionar los problemas e imagen de ese acceso principal a Cangas.