Los problemas derivados de la "movida" nocturna de Cangas se perpetúan y las autoridades no están haciendo nada para solucionarlos. Es la conclusión a la que llegan los representantes de la asociación de vecinos Santiago Apóstol, que reiteran sus denuncias por el ruido que generan los locales de ocio a altas horas de la madrugada y la falta de respuesta del gobierno tripartito y de los cuerpos y fuerzas de seguridad. "El alcalde se comprometió a controlar la zona de forma rigurosa, pero los testimonios y las imágenes confirman que no es así", manifiesta directivos de este colectivo, que no encuentran otra vía que la "denuncia social" a través de los medios de comunicación, pues las autoridades hacen "oídos sordos" a sus demandas.
Entre las consecuencias más visibles del "ocio nocturno descontrolado" están los desperfectos en propiedades privadas y mobiliario urbano de la Avenida de Marín y calles del entorno donde se concentran más locales, así como el consumo de bebidas alcohólicas en el exterior de los establecimientos, que está prohibido por la legislación autonómica y por la ordenanza municipal, inciden, mientras muestran fotografías de varias calles cubiertas, a primeras horas de la mañana, de botellas, vasos y otros residuos desechados supuestamente en esos "botellones".
Desde Santiago Apóstol lamentan que el regidor, Xosé Manuel Pazos, no los reciba a pesar de que se comprometió a ello para darle soluciones y se lo solicitaron en varias ocasiones, y también que la presencia de Policía Local y Guardia Civil sea practicamente testimonial y no sirva para arreglar un problema que consideran grave.