La candidatura del expresidente boliviano Evo Morales al Senado para las elecciones de mayo fue rechazada ayer de madrugada (hora española) por el Tribunal Supremo Electoral del país, al considerar que incumple el requisito de residir en el país desde al menos dos años atrás. El presidente del tribunal, Salvador Romero, afirmó en rueda de prensa que la decisión es "inapelable".

Morales anunció el 10 de noviembre su renuncia a la presidencia, entre presiones de mandos policiales y militares, y al día siguiente salió hacia México, donde estuvo asilado hasta diciembre, cuando viajó a Argentina. Allí permanece tras solicitar asilo y desde allí ejerce de jefe de campaña de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS) para los comicios.

El expresidente denunció ayer que el órgano electoral que lo ha proscrito "se somete a la dictadura y a las políticas norteamericanas", además de obedecer "las instrucciones que vienen del palacio, del Gobierno de facto", que ejerce la presidenta interina Jeanine Áñez.

En opinión del exmandatario boliviano, "esta inhabilitación es un atentado a la democracia" y el Gobierno de Áñez tiene "miedo a la democracia". Los abogados de Morales aseguraron que "reúne todas las condiciones" para ser candidato a senador y adelantaron que recurrirán a la justicia internacional, comenzando por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a la que pretendían enviar su reclamación ayer mismo.