El Gobierno argentino reconoció ayer que no cuenta con medios técnicos para reflotar el submarino "ARA San Juan", localizado en el Atlántico más de un año después de su desaparición. Los familiares de los tripulantes piden el rescate de la nave para conocer "toda la verdad" sobre lo ocurrido.

Una implosión partió la nave en varios trozos, según las primeras investigaciones tras la localización de los restos.

El Ejecutivo ya convocó un duelo nacional en honor a los 44 tripulantes del buque, en una jornada marcada por una mezcla de alivio, dolor y rabia entre sus seres queridos y con la sociedad impactada por conocer dónde reposan los restos de la nave tras 366 días de incertidumbre. "Necesitamos saber qué pasó y por qué el submarino se fue a pique de la manera que lo hizo sin mediar tiempo y sin que ellos pudieran hacer nada, porque esa es una de las explicaciones que nadie se puede dar", remarcó el ministro de Defensa, Oscar Aguad, en una comparecencia de prensa en Buenos Aires recogida por Efe.

Según los datos oficiales, el submarino sufrió una "implosión" cuando se perdió su rastro, el 15 de noviembre de 2017, y quedó alojado en una hondonada de 907 metros que lo ocultó a los radares. Las imágenes tomadas por la empresa estadounidense Ocean Infinity, contratada por el Gobierno para la búsqueda, confirman que el submarino se desmembró en varias partes.

El "ARA San Juan" se fabricó en Alemania y entró formar parte de la Armada argentina en 1985. La nave pasó una revisión de "media vida" entre 2008 y 2014.

Familiares los tripulantes manifestaron ayer sus dudas de que se esté diciendo la verdad y centran sus sospechas en el hecho de que submarino se encontrara en un lugar que ya fue rastreado intensamente con medios humanos y técnicos de multitud de países en 2017, después de que diversas agencias internacionales registraran en esa zona una explosión coincidiendo con la desaparición.