La demolición del emisario de la EDAR espera el “OK” de Costas, Xunta y Puerto

El Concello ya encargó el proyecto a Aqualia

El emisario de la antigua EDAR,  en el entorno de Samil.

El emisario de la antigua EDAR, en el entorno de Samil. / B.M.

B.M.

Los trabajos de demolición del emisario submarino de la antigua depuradora de Coruxo, que emergió en la desembocadura del Lagares –a escasos metros de la playa de Samil– a finales de noviembre del año pasado por un temporal, no empezarán hasta que el Concello de Vigo cuente, al menos, con los permisos de la Autoridad Portuaria, la Dirección General de la Costa y el Mar –dependiente del Gobierno de España– y Augas de Galicia –dependiente de la Xunta–.

La junta de gobierno local aprobó a principios de este mes el proyecto de demolición de esta gran tubería de aguas fecales que ya no está operativa. El alcalde, Abel Caballero, anunció en ese momento que no existe riesgo de vertido al no estar en marcha, pero explicó que se prescindirá de ella porque está “abandonada” y es “estéticamente insoportable”. Dejó claro que los emisarios de la depuradora actual ni son visibles ni lo serán.

El Concello ya encomendó a la empresa concesionaria de la gestión del agua, Aqualia, la elaboración de un proyecto técnico para deshacerse del emisario, que se deja ver día y noche en el entorno de Samil. Este conducto permaneció enterrado en la zona de A Foz, pero el paso de una intensa borrasca de lluvia y viento lo dejó al descubierto a finales de noviembre del año pasado tras mover la arena.

El emisario submarino conduce el agua de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), situadas en la costa hasta el mar, a suficiente distancia y profundidad, tras recibir tratamiento primario en las EDAR. Su objetivo es dispersar los contaminantes emitidos para evitar un riesgo para la salud humana y de los ecosistemas.