El Concello de Vigo le ha declarado la guerra a los adoquines presentes todavía en varias vías de la ciudad. Ya los ha retirado de las calles Carral, Victoria y Luis Taboada y previamente también lo había hecho en García Olloqui y en la Alameda. El motivo: el ruido provocado por los adoquines y el hundimiento continuo y los desperfectos que sufrían con el paso de los vehículos. Ahora será el turno de Marqués de Valladares y el resto de calles transversales, que verán como también se sustituye los adoquines por un asfalto combinado con piedra y pulido, una superficie más flexible, con gran apariencia estética y que "aguanta bien sin hacer ruido", apuntó ayer el alcalde, Abel Caballero.

Todos los viales en los que ya se ha actuado y en los que se actuará se convirtieron en un problema, tanto para las arcas municipales por las continuas reparaciones, como para los vecinos, obligados a soportar ruidos y vibraciones en sus viviendas.

El regidor olívico apuntó que el nuevo asfaltado mejora la resistencia del firme gracias al aglomerado en tres capas, que le otorga una gran firmeza pero también flexibilidad. Las rehumanizaciones realizadas por el Concello suman ya un millón de euros de inversión.

Caballero criticó al gobierno local anterior, encabezado por Corina Porro. "Fueron apariencia y ahora hay que volver a hacerlas", lamentó el alcalde.

Por otro lado, la Junta de Gobierno Local ha adjudicado el suministro de materiales para el mantenimiento y conservación de instalaciones deportivas por un importe de 205.000 euros y un período de dos años. También se ha adjudicado la contratación del servicio de mantenimiento de edificios de centros municipales de distrito dependientes de la unidad de Participación Ciudadana por un importe anual de 35.000 euros.