El último pleno del año se volvió más bronco de lo esperado y provocó el abandono momentáneo de varios ediles del PSOE. El gobierno vigués criticó a la edil del PP Elena González por "difamar" al alcalde al afirmar que "obliga a los niños a hacerse selfies con él. Y tengo pruebas", remarcó ante el cabreo de la bancada socialista. La edil Olga Alonso se fue de la sesión asegurando haber oído insultos más graves, mientras que sus compañeros hicieron lo mismo minutos después en señal de protesta mientras la propia González defendía una moción del PP exigiendo la entrada de Vigo en el programa de viviendas vacías de la Xunta. "Ante difamaciones tan graves, haremos lo que tengamos que hacer", se limitaron a explicar desde el PSOE.