Vigo contará el próximo 1 de enero con un nuevo presupuesto de 257,5 millones de euros. Los 15 votos de los ediles del PSOE sacaron adelante unas cuentas con cifras récord que el alcalde definió como "las más inversoras y sociales de la historia de la ciudad" pero que no lograron el respaldo de la oposición. El PP votó en contra por entender que el actual gobierno vigués "vive de la propaganda y repite partidas de otros años" mientras Marea presentó una enmienda a la totalidad al entender que el proyecto debería abrirse a la participación ciudadana.

El edil de Hacienda, Jaime Aneiros, defendió la apuesta del Concello por "modernizar la ciudad desde la solvencia económica", recordando que hay deuda cero con los bancos y "todos" los recursos se enfocan a "mejorar la calidad de vida de los vecinos". Destacó los 17,8 millones destinados a política social y los 31 de inversiones para seguir creando empleo.

La portavoz del PP tildó proyecto económico de los socialistas de "populismo" y les criticó que no haya "ni una idea nueva". "Repiten las mismas partidas año tras año din ejecutar", criticó Elena Muñoz, que acusó al gobierno vigués de mirar en exclusiva al centro y olvidarse den las parroquias. La formación presentó enmiendas por 10 millones, reclamó una bajada impositiva para evitar la "huida" de empresas y propuso obras concretas como la reforma de la avenida Clara Campoamor.

Marea defendió su enmienda a la totalidad y reivindicó que otras ciudades tarden algo más en aprobar sus presupuestos pero sean pactados con la ciudadanía para atender sus necesidades. Rubén Pérez intentó desmontar las cifras de la elevada inversión en política social y aseguró que el gasto por habitante en bienestar es mayor en el resto de urbes gallegas. "Se gasta más en luces de Navidad que en el cheque social", resumió al final de su intervención el portavoz, que coincidió con el PP en que las humanizaciones del rural son de peor calidad que las ejecutadas en el centro.