El juicio por el asalto al párroco de Santa Rita comienza sin la presencia de la víctima dadas las graves secuelas que padece. Los dos jóvenes acusados han estado arropados por sus familias en la sala.

A petición de la fiscal, varios testigos declararán tras un biombo para evitar su confrontación con los acusados.

El acusado que imputó a su amigo en el asalto al sacerdote se retracta ahora y se contradice con anteriores declaraciones. Afirma que no le dijo a Alison 'ahí hay dinero' después de que el sacerdote le cambiara 300 euros en monedas. 'Lo dije en la cancha y había treinta personas. Nosotros no fuimos", afirma Pedro Yago Santos. 'Alison es como mi hermano. Teníamos problemas y estaba siempre drogado, pero ahora estamos de puta madre', declaró. Volvió a negar su participación en los hechos al afirmar: "No pegué al cura. Soy creyente y mi madre también".

Por su parte Alison Lucas Barros, el otro acusado, se retracta de anteriores declaraciones igual que su compañero y niega haber entrado en la iglesia de Santa Rita el día del asalto al sacerdote para cambiar unas monedas, como aseguró tras su detención. A preguntas de la fiscal y antes de dar lectura a la declaración de la víctima, no obstante, afirmó que el día del asalto entró en la iglesia y pidió confesión.

El sacerdote Antonio Rodríguez, de 82 años, identificó sin dudas a Pedro Yago como el joven que le sujetó y dijo que Alison era el cerebro del robo, según recoge su declaración leída en sala. Allí sí estaban su prima Pilar y su sobrino: 'Mi primo es un santo en vida. Fue su labor con los pobres lo que ocasionó esto. Es un gran sacerdote; les ha perdonado".