El estado de alarma que arrancó el 14 de marzo y finalizó el 21 de junio ha supuesto un gran varapalo para el tráfico de la AP-9. En marzo, abril y mayo, los meses centrales del confinamiento y cuando las restricciones de movilidad eran más elevadas, el tránsito por la vía que vertebra la comunidad se hundió un 60% con respecto a los mismos meses del año anterior. En esos meses, la Intensidad Media Diaria de la autopista fue de 9.406 vehículos, mientras que el ejercicio anterior habían sido 23.458, según los datos del Ministerio de Fomento.

En los primeros cinco meses del año, el uso de la AP-9 bajó un 37%, pero el gran desplome se produjo en los meses de marzo, abril y mayo. En el primero, la caída fue del 42%, ya que hasta mediados de mes se podía circular con normalidad; en el segundo, del 77,3%, cuando la movilidad de los vehículos estaba casi prohibida, y en el tercero, del 58% cuando se relajaron las restricciones y partir del 9 de mayo, con la entrada de Galicia en la fase 1 se permitió los desplazamientos dentro de cada provincia.