Diez años después de no lograr competir por el liderazgo del PSdeG post-Touriño, Gonzalo Caballero debutó ayer en el Parlamento gallego como punta de lanza de los socialistas, afanándose en asumir el protagonismo de la alternativa al PP de un Feijóo que sigue sin desvelar si será candidato en las autonómicas de 2020.

El pulso Xunta-Gobierno central por los fondos pendientes agudizó su mano a mano. A un año de las autonómicas y tras un ciclo electoral en que el PSOE ganó unas generales por primera vez en Galicia, Caballero acusó a Feijóo de convertir la legislatura en una "especulación sobre su futuro".

El titular de la Xunta centró sus ataques en recriminar la actitud del PSdeG ante el Gobierno. "Pedro Sánchez no tiene secretario general más obediente en toda España", ironizó, comparándolo luego con un "franciscano socialista", antes de recordar que cuando el Ejecutivo del PP condicionó las entregas a cuenta al presupuesto de 2018 la Xunta avanzó que exigiría igualmente esos fondos. También aseguró que, de repetir "mítines en el Parlamento," Caballero tornaría un "títere". "Habla ya como presidente de la Xunta y nunca ganó unas elecciones", espetó. "No es la sesión de control a Gonzalo Caballero ni al Gobierno, es a la Xunta", contraatacó el socialista.

Ese conflicto centró también la intervención de Ana Pontón (BNG), que exigió a Feijóo reclamar los fondos autonómicos pendientes en los juzgados. El presidente se revolvió tachando al Bloque de "tonto útil" del PSOE y le exigió que rompa sus coaliciones.

Finalmente, Antón Sánchez (Grupo Común da Esquerda) se centró en la política de vivienda y denunció que en tres años el Ejecutivo gallego solo movilizó 20 pisos a través del programa de viviendas vacías. Feijóo reivindicó su gestión, esgrimiendo, por ejemplo, la orden de ayudas que beneficiará a 2.000 personas publicada ayer.