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Gustavo Santos
Ver galería >Las mariscadoras de Pontevedra volvieron ayer a enfundarse las botas y coger los rastrillos con la vuelta a la actividad en la ría. Tras la pausa motivada por la mortandad de los bivalvos con la llegada de aguas dulces, la marea permitió el jueves recuperar el marisqueo a pie en las playas de la costa pontevedresa. El inicio estuvo marcado por el optimismo.
Las mariscadoras de Pontevedra volvieron ayer a enfundarse las botas y coger los rastrillos con la vuelta a la actividad en la ría. Tras la pausa motivada por la mortandad de los bivalvos con la llegada de aguas dulces, la marea permitió el jueves recuperar el marisqueo a pie en las playas de la costa pontevedresa. El inicio estuvo marcado por el optimismo.
Las mariscadoras de Pontevedra volvieron ayer a enfundarse las botas y coger los rastrillos con la vuelta a la actividad en la ría. Tras la pausa motivada por la mortandad de los bivalvos con la llegada de aguas dulces, la marea permitió el jueves recuperar el marisqueo a pie en las playas de la costa pontevedresa. El inicio estuvo marcado por el optimismo.
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