Ver más galerías relacionadas
Alba Villar / Borja Melchor
Ver galería >En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
En plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasEn plena tercera ola y con la resaca navideña de contagios, la ciudad ha dicho 'adiós' de forma oficial a una Navidad que nada ha tenido que ver con lo que toda España y parte del mundo estaban acostumbrados: multitudes de gente ilusionada en las calles más céntricas, tanto vigueses como foráneos, con un vaivén de personas diario único.