Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
A Taberna do Trasno, en Cambados, fue uno de los restaurantes que estuvieron a tope.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
Clientes en el restaurante A Taberna do Trasno, en Cambados.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
La cocina de A Taberna do Trasno, en Cambados.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
Clientes en el restaurante A Taberna do Trasno, en Cambados.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
A Taberna do Trasno, en Cambados, fue uno de los restaurantes que estuvieron a tope.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
Un camarero decantando vino en A Taberna do Trasno.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
Una camarera en el restaurante Herlogón, en O Grove.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
Clientes en el restaurante Herlogón, en O Grove.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
El restaurante Herlogón, en O Grove, fue uno de los que registraron mayor afluencia de clientes.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
Una camarera en el restaurante Herlogón, en O Grove.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
Clientes en la terraza del restaurante Herlogón, en O Grove.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
Una camarera en el restaurante Herlogón, en O Grove.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
A Taberna do Trasno, en Cambados, fue uno de los restaurantes que estuvieron a tope.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
El comedor del restaurante marisquería A Solaina, en O Grove.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
A Taberna do Trasno, en Cambados, fue uno de los restaurantes que estuvieron a tope.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
A Taberna do Trasno, en Cambados, fue uno de los restaurantes que estuvieron a tope.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
Marisco expuesto en el restaurante A Solaina, en la calle O Cruceiro de O Grove.
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Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.
Aunque ya iban a ser muchos los clientes, porque la gastronomía arousana engancha, la lluvia hizo que muchos más buscaran refugio en los restaurantes de la comarca. Y claro, el resultado fue una Semana Santa a tope en sus cocinas y comedores.